


El Patio de San Dámaso se vistió de gala para recibir a 27 nuevos reclutas de la Guardia Suiza Pontificia, en una ceremonia histórica marcada por la presencia del Papa, algo que no ocurría desde los tiempos de Pablo VI.
El acto destacó la fe, la disciplina y el compromiso de servicio de los jóvenes guardias, reafirmando una tradición que une honor y devoción al Sucesor de Pedro.





