En el corazón de la comunidad de Aquiares, en Turrialba se alza majestuoso el árbol de seibo, símbolo de historia, belleza natural y conexión con la tierra.
Sus ramas y flores rojas anuncian que la vida florece incluso en lo más profundo del campo costarricense.
Testigo del paso del tiempo, de generaciones enteras y de incontables historias que han nacido bajo su sombra.
Si visitas Aquiares, este gigante no puede faltar en tu recorrido…